- Señor Pizarro, ¿cómo califica su relación con supervisores y profesionales que forman ANSCO?
- Muy buena.
- ¿Ha ido evolucionando en el tiempo?
- No, yo siempre voy a tener claro que ANSCO es una asociación gremial. Hemos tenido conversaciones fluidas desde los primeros tiempos, en Codelco por allá a la cuadra de 1990 en Andina. Me parece que es una organización gremial donde se habla de la profesión, se habla del rol que tienen que tener los profesionales en un proceso de negocios tan complejo y tan vulnerable como éste. Es una buena organización.
- ¿Qué rol debe tener ANSCO en el plan estratégico de Codelco que usted encabeza?
- Primero, tienen que asumir la vulnerabilidad del negocio. Si creen que este negocio es como la cordillera, que ahí está, "forever"... no es así. Ellos tienen un rol que cumplir en la implementación de los planes de acción. Y en la mayoría de los casos, la participación es la gestación de los mismos. Tienen que representar las metas y las métricas, y tienen que ser modelos conductuales.
“El líder modela, pero para eso tiene que tener liderazgo. Y el liderazgo no se compra, se logra con la adhesión y la confianza de los trabajadores”.
- ¿Qué consecuencias cree usted que ha tenido que, por tantos meses, años entiendo, el puesto del directorio de los supervisores esté pendiente?
- Estimado… a mí no me corresponde, a la administración ni a mí, referirnos a la designación de los directores. Punto final.
- ¿Qué mensaje enviaría a los supervisores y profesionales de la corporación?
- Primero que todo, agradecer. Compartir el éxito del año 2015 y decirles que, sin la participación de los supervisores, es muy difícil llevar estos cambios culturales. Porque aquí estamos hablando de un cambio cultural, no es cosa de construir nuevas instalaciones, no es cosa de invertir 22 ó 25 mil millones de dólares en construir nuevas plantas, en desarrollar nuevas minas..."
Y agrega: “Es un cambio de cultura para los próximos 50 años de la minería, que es una minería tecnológica, digital, remota, robotizada, con una clara consciencia de los stakeholders, es decir, la comunidad. Generar posibilidad de desarrollo de la comunidad donde estamos. Generar desarrollo y aptitud laboral. Prepararnos para cuando nuestros nietos y bisnietos no tengan cobre, pero van a tener una cultura tecnológica que los va a habilitar para exportar ese know how a otras partes”.
Basado en artículo del mismo autor publicado en abril de 2016 en Revista del Cobre.
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