Definir un nuevo marco de referencia para la relación entre innovadores y empresas mineras es el objetivo de un proyecto de la U. Adolfo Ibáñez por encargo de la cartera del ramo y gremios.
Por Alfredo Galleguillos C. //Fotos UAI y FCh
Evitar que Chile tropiece otra vez con la misma piedra. Así podría describirse la intención de un proyecto que involucra a proveedores, mineras y centros de investigación para generar un nuevo paradigma en la relación entre mandantes y desarrolladores de innovación, de manera que la generación de valor pueda beneficiar a todas las partes en forma más equitativa.
“A diferencia de otros países, en Chile no contamos con un modelo de colaboración eficiente entre productores, proveedores y centros de innovación”, sostiene Juan Daniel Silva, profesor de Ingeniería Civil en Minería de la U. Adolfo Ibañez (UAI) y director del proyecto “Desarrollo de un marco de trabajo y buenas prácticas para incentivar la innovación colaborativa en la industria minera nacional”.
Bajo esta premisa, gremios, investigadores y autoridades comenzaron a buscar salidas eficaces a esta problemática. La respuesta podría llegar con este proyecto, que intentará aunar voluntades, crear un marco asociativo y de buenas prácticas entre productores, proveedores y centros de I+D.
Bajo el concepto de Creación de Valor Compartido (CVC), formulado hace un lustro por los profesores estadounidenses Michael Porter y Mark Kramer, la iniciativa busca que las mineras, u otros mandantes, permitan que los desarrolladores de tecnologías puedan participar de los beneficios de sus innovaciones, crecer como empresas y extender sus negocios a nuevos mercados.
Beneficios compartidos
De acuerdo a Mark Kramer, las empresas sustentables deben ir más allá del cumplimiento de las normas y de mitigar eventuales daños al entorno.
La sustentabilidad de largo plazo depende de un crecimiento armónico propio y el de sus grupos de interés. En este sentido, uno de los stakeholders más relevantes de la minería son sus proveedores. Aunque éstas se benefician comercialmente, cuando se trata de innovaciones tecnológicas quedan amarradas por aspectos de propiedad intelectual.
Por esta razón, Mauro Valdés, presidente ejecutivo del Programa Nacional de Minería Alta Ley, pone sus fichas en este proyecto. “Si somos alguien en la economía mundial lo somos gracias al cobre. Debemos concentrar nuestros esfuerzos para convertir este emblema en más actividad, más diversificación y más sofisticación”, señala.
Actores claves
El proyecto formará una mesa de trabajo en que participen los tres polos del proceso de innovación:
El proyecto liderado por la Universidad Adolfo Ibáñez tiene como mandantes a Aprimin, Minnovex y el Ministerio de Minería. El financiamiento proviene del Fondo de Inversión Estratégica del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo.
Como entregables del proyecto de la UAI se contempla un Manual de Buenas Prácticas Colaborativas, que exponga los acuerdos que se logren, además de una plataforma digital para implementar en los sitios web de Minnovex, Aprimin y el Ministerio de Minería.
Basado en artículo publicado en Minería Total edición de abril de 2016.