A los 24 años llegó desde Inglaterra a modernizar la producción de nitrato. Sorteó los avatares de la Guerra del Pacífico y mejoró las condiciones de vida de los trabajadores del salitre.
Por Alfredo Galleguillos C. // Fotos de SQM
El 2 de diciembre de 1874, desde el puerto inglés de Southampton -el mismo que años después despediría al Titanic en su primer y único viaje-, zarpó hacia Sudamérica el ingeniero químico James Thomas Humberstone, quien décadas después recibiría el título de “Padre del Salitre”.
Tenía 24 años. Quizás no tuvo la sospecha, pero este viaje sería decisivo y definitivo. Tras un mes de navegación, desembarcó en Pisagua, pujante centro industrial y comercial peruano, cuya actividad giraba en torno a la exportación de nitratos y yodo. Una vez en tierra, se trasladó a la Oficina San Antonio, cuyos
propietarios lo habían contratado para mejorar la productividad de sus faenas.
La labor de Humberstone consiguió un importante aumento en los rendimientos, con la optimización del “sistema Shanks”. Su trabajo fue la continuación de los estudios y obras de otro ingeniero, James Walker, quien falleció por disentería días después del arribo de Humberstone, comenta el ingeniero, historiador e investigador, Sergio Díaz Valencia..
El liderazgo y manejo de la operación minera llevaron a que fuera nombrado administrador de la oficina Agua Santa, a donde llegó a trabajar en 1877. Mostró su preocupación por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Parte de
esta política fue la construcción de habitaciones separadas para hombres solteros y casados, una “escuela, filarmónica, canchas de tenis, fútbol y cricket. Este esquema fue copiado por la mayoría de las salitreras de la época tanto en lo productivo como en lo social”, señala el historiador.
Gran parte de la preservación patrimonial de las salitreras que fundó y administró Humberstone se debe al aporte de SQM. “Tenemos un compromiso con la recuperación y difusión del legado y patrimonio histórico de la industria salitrera pues nos consideramos sus herederos”, manifiesta Pablo Pisani, gerente de Sustentabilidad de SQM. A través de la Corporación Museo del Salitre, la empresa ha promovido el rescate, preservación y difusión del legado de personajes como Humberstone.
Guerra del Pacífico
Díaz Valencia comenta que fue en Hacienda Tiviliche, donde residían los principales ejecutivos salitreros, el lugar en que el experto inglés conoció a la señorita Irene Jones, con quien contrajo matrimonio en Arica en 1877. Tuvieron 13 hijos, de los cuales seis sobrevivieron. El más conocido fue Bertie, quien estudió ingeniería en Inglaterra y trabajó con su padre en Agua Santa. En 1935, dirigió la construcción de edificios en la Oficina Humberstone.
James Thomas Humberstone se encontraba en plena labor de modernización de
Agua Santa, en 1879, cuando llegaron informes respecto del avance de las tropas chilenas. Se trataba de la Campaña de Pisagua de la Guerra del Pacífico. Las hostilidades obligaron al ingeniero a internarse temporalmente en el desierto, junto con su familia. Sin embargo, la precariedad de la pampa lo hicieron enfilar a Arica y, luego, a Tacna.
Para reanudar las operaciones, los dueños de la Compañía de Agua Santa y el cónsul británico gestionaron ante el gobierno chileno su retorno y, para darle un mayor respaldo, se le entregó un pasaporte donde su nombre cambió a “Santiago” Humberstone. Al año siguiente, en 1880, J. T. Humberstone formó la sociedad Humberstone & Company, con el objetivo de construir nuevas plantas salitreras junto a inversionistas privados.
Al retirarse en 1925 había dirigido los trabajos de diferentes compañías por más de 35 años, habiendo dedicado 55 años de su vida a la industria del salitre. Sus contribuciones fueron reconocidas por la Asociación de Productores de Salitre de Chile y el Gobierno de la República, que le otorgó la “Medalla al Mérito”. En los
Anales del Instituto de Ingenieros de Chile se alude a Humberstone como “Padre de la Industria Salitrera”.
En 1936 el embajador británico, a nombre del Rey Jorge VI, le entregó la condecoración “Oficial del Imperio Británico”. Dos años antes, en noviembre de 1934, la oficina salitrera La Palma cambió su nombre a “Santiago Humberstone”, denominación que conserva hasta hoy.
Texto basado en artículo publicado en Minería Total, agosto 2015.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario